Nuestra Historia

Un hogar con alma familiar convertido en tu refugio rural

Cómo empezó todo

En el verano de 2023, nuestro padre se jubiló tras toda una vida dedicada a la construcción. Desde los 16 años trabajó incansablemente, fundó su propia empresa junto a sus hermanos y siempre se mantuvo activo. Pero él no sabe estar quieto…
Poco después de su jubilación, sufrimos una gran pérdida: falleció nuestra madre, su compañera de vida. Entre el duelo y la necesidad de seguir adelante, él buscó un nuevo propósito, una manera de mantenerse ocupado y también de sanar. Así nació este proyecto.

La semilla fue una antigua casa heredada de una maestra muy querida, Doña Pepita. Era una vivienda con historia, con una cuadra antigua, puertas y suelos de otra época, que nuestro padre decidió reformar poco a poco. Lo que en un principio iba a ser un simple alquiler o incluso un bar, terminó transformándose en algo mucho más significativo: un alojamiento rural con esencia familiar.

Él se encargó de la reforma con sus propias manos. Nosotras, sus hijas, pusimos el alma en la decoración, en cada rincón, en cada mueble. Y así, con cariño y esfuerzo compartido, nacieron los Apartamentos Rurales Doña Pepita.

Hoy, este rincón en el corazón de La Jara extremeña es mucho más que un lugar donde dormir. Es un espacio para reconectar, para descansar, para sentirte como en casa. Un homenaje a nuestras raíces y un legado familiar que queremos compartir contigo.

Lo que opinan nuestros huéspedes
Más que clientes, amigos que vuelven.
Gracias por cada palabra bonita que nos dejáis ❤

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